calendar-dots 29.11.2024

Hommax enfrenta la DANA como una experiencia de aprendizaje, unidad y resiliencia

Por Hommax

En este post os contamos cómo hemos vivido en Hommax la DANA y cómo la estamos superando, gracias al trabajo, esfuerzo y dedicación de todo el equipo y personal externo.

El pasado 29 de octubre, la DANA que afectó a la Comunidad Valenciana tuvo un impacto significativo en más de 84 municipios, entre los cuales se encuentra Picanya, nuestra sede central. Aquí, el desbordamiento del barranco del Poyo causó inundaciones que afectaron a viviendas, calles e infraestructuras. La zona donde se ubica nuestro polígono empresarial no fue la excepción: las calles más cercanas al barranco sufrieron mayores daños, mientras que las zonas más alejadas no fueron tan afectadas por la inundación, pero sí visitadas por el barro y los escombros que complicaron, sobre todo, el acceso a las naves.

Pasado ahora, mientras redactamos este reportaje, un mes desde la DANA, aún vemos a nuestro alrededor calles con barro seco, acumulado en las esquinas, en las paredes o en los parques donde todavía no han llegado las máquinas de recogida. Siguen pasando camiones de limpieza, de bomberos y de voluntarios. Hace falta ayuda profesional que llega poco a poco; sin embargo, afortunadamente en Hommax la tuvimos muy rápido desde el principio. El equipo humano que forma nuestra empresa nos acompañó desde el 31 de octubre, día tras a día, con la motivación de estar operativos cuanto antes.

Un esfuerzo colectivo para superar un desafío inesperado

El jueves 31 de octubre, dos días después de la inundación, parte del equipo de Hommax pudo acceder al polígono para evaluar los daños. Las tareas de limpieza empezaron ese mismo día, incluyendo una parada para almorzar tan típica como la que ha estado circulando en redes.

En la imagen de la izquierda, uno de los almuerzos emblemáticos de la primera semana de limpieza. En la derecha, parte del equipo y del Consejo de Hommax.

Todo el equipo de Hommax se volcó a ayudar, algunos compañeros acudieron desde otras ciudades, mientras que otros trajeron a familiares y amigos para colaborar en las tareas. La coordinación interna, junto con la comunicación constante, permitió una gestión eficiente en un contexto de alta exigencia.

Teníamos claro que nuestro primer compromiso de recuperación era con nuestros clientes, y el segundo, con nuestros empleados, quienes, demostrando una dedicación admirable, llegaron al pie del cañón cada día, desplazándose desde sus casas en bici, andando, en moto o, los más madrugadores, en coche, aprovechando las calles que permanecían transitables. Por ello, comenzamos por la limpieza del almacén, ubicado en la parte trasera de la nave que, aunque había sufrido menos daños que la parte delantera de oficinas, era una zona a recuperar esencial para poder continuar con la actividad logística y cumplir así con nuestros clientes. En las imágenes que mostramos se demuestra la gran energía de nuestro equipo y el barro que libramos.

Algunas dificultades iniciales, como la falta de suministro de agua debido a la caída de un puente que conectaba las tuberías, fueron superadas con la ayuda de un camión cuba procedente de Teruel y la cofradía de regantes, que facilitaron agua para las labores de limpieza y a quienes también estamos muy agradecidos.

El esfuerzo de todas estas personas, así como el apoyo de nuestro Consejo de Administración, fue esencial.

En la imagen de la izquierda, nuestro almacén visto desde la primera planta de oficinas. A la derecha, el camión cuba que trajo el agua.

El lunes 4 de noviembre ya habíamos reanudado parte de nuestra actividad, aunque las dificultades en el transporte y la saturación de las empresas logísticas aún limitaban el ritmo en toda la zona. Nuestro compromiso con los clientes se mantuvo firme, priorizando la entrega de pedidos y manteniendo una comunicación abierta para gestionar las expectativas. Seguimos trabajando intensamente en ello para recuperar cuanto antes la rapidez en el servicio que siempre nos ha distinguido.

Mucha comunicación y decisiones tenaces en los momentos más críticos

Durante esos días, la comunicación constante entre los miembros del equipo y el comité de dirección fueron clave para coordinar las labores y tomar decisiones en medio de la incertidumbre. Las dificultades para acceder al polígono, el barro y la escasez de herramientas de limpieza adecuadas fueron los primeros obstáculos a superar, unidos a nuestro compromiso por restaurar las operaciones. Así lo comunicamos a los clientes y proveedores, a quienes solicitamos y recibimos en todo momento comprensión y apoyo, lo cual nos llena de gratitud.

Actualmente, aún sufrimos algunas limitaciones por la resaca que ha dejado la DANA. Uno de los problemas más habituales que estamos sufriendo todas las empresas de Valencia es la ralentización de los envíos, puesto que las empresas de logística siguen saturadas y con dificultades para circular en ciertas vías cercanas a las zonas afectadas. Aún vemos carreteras cortadas y congestionadas, como la CV-366 que conecta Picanya con Torrente, contigua a nuestro polígono.

En la imagen de la izquierda, una de las carreteras contiguas a nuestro polígono, pocos días después de la DANA. A la izquierda, nuestra propia calle.

En Hommax estamos trabajando con la mayor celeridad posible para poder entregar toda la mercancía en los plazos previstos, comprometidos en facilitar la información de seguimiento a los clientes con todo detalle. Una vez más, en este punto del camino la comunicación fluida y constante es imprescindible para equilibrar las expectativas de todos. Sin duda, la DANA nos ha enseñado que el trabajo en equipo y la comunicación son el primer paso hacia el éxito.

Hommax da las gracias y comparte su lección aprendida

Queremos reiterar nuestro más sincero agradecimiento a nuestros empleados, clientes y proveedores. Su apoyo, confianza y paciencia durante estos días han sido fundamentales para seguir adelante y mantener la esperanza siempre en cabeza. Aunque aún no hemos recuperado plenamente nuestras instalaciones ni nuestro stock, estamos operativos y trabajando con normalidad en todos los departamentos.

Gracias a esta unión y a nuestro espíritu de superación, en Hommax seguimos avanzando, más fuertes y cohesionados que nunca. La DANA ha supuesto una oportunidad para reflexionar y fortalecer nuestras capacidades como equipo. En situaciones como esta, la colaboración y la planificación son clave para superar cualquier desafío.

En Hommax miramos al futuro con optimismo, con la ilusión de renovar la planta baja de nuestra sede, que quedó más perjudicada y que acondicionaremos de nuevo, creando un espacio funcional y acogedor que refleje los valores de colaboración y superación que nos caracterizan. Este suceso nos empuja a reafirmar nuestro compromiso de ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes, adaptándonos a las circunstancias y trabajando siempre unidos.

Gracias por formar parte de Hommax. Seguimos avanzando juntos.